Las cosas en Guadalajara habían cambiado en los años 20. El otrora poderoso Atlas conquistaba su último título de cuatro consecutivos en la temporada 1920 - 1921. Después vendrían años de sequía para los rojinegros, que tendrían que conformarse con subcampeonatos y ver que su odiado rival, Guadalajara, se coronaba una y otra vez.
.En los años veinte surgía un serio competidor para estos dos clásicos rivales, el Nacional. Los periquitos, por su uniforme verde, tendrían un período de adapttación tras el cual lograrían cortar la racha de cuatro títulos consecutivos del Guadalajara y convertirse en bicampeones induscitibles.
Hacia finales de los años veinte quedarían por tres años consecutivos como subcampeones, logrando un nuevo bicampeonato al comienzo de los años treinta.
Durante los años veinte se disputarían frecuentes encuentros entre el campeón de la ciudad de México y el de Guadalajara, buscando demostrar quien tenía la supremacía. Durante los años triunfales del España, Atlas, Guadalajara y Nacional morderían el polvo ante los poderosos hispanos.
Cabe decir que las visitas de los equipos de la capital a la perla de occidente normalmente tenían resultados adversos. Guerra y Marina y Germania perderían en sus visitas ante Atlas y Guadalajara. Igual suerte correría el América a pesar de sus flamantes títulos.
Las constantes visitas de los equipos tapatíos a la capital cesarían al ver como sus mejores jugadores sucumbían ante las jugozas ofertas de los equipos capitalinos, quienes ofrecían buenas primas y mejores empleos para los deportistas.
Marte y posteriormente Necaxa se beneficiarían enormenmente al contratar a las grandes estrellas tapatías, quienes en los campos capitalinos demostrarían su enorme calidad.
Mientras esto sucedía, el futbol de Jalisco se reinventaba y seguía produciendo jugadores en cantidades industriales, dando pié a la idea de formar una selección con sus mejores jugadores.