El 2 de octubre arrancó el campeonato 1927-28 con el clásico número de 8 equipos, pues a los 7 del torneo anterior se agregó el "Atlante" que debutó el 9 de octubre de 1927. Ese mismo día se celebraba la inauguración de un remozado Parque Asturias, siempre en el Paseo de la Reforma, que fue el segundo estadio oficial del torneo.
Los conocedores daban por sentado que serían nuevamente América, España y Asturias los verdaderos aspirantes al título, a pesar de que Necaxa elevaba considerablemente su volúmen de juego y que el recién llegado Atlante, supondría un rival duro de vencer.
Aún así, los primeros partidos arrojaron resultados acordes a la calidad de los equipos. América y Asturias se enfrascaban en la lucha por el título seguidos de cerca por España y Necaxa.
El torneo se suspendería durante cuatro meses por la participación de México en los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928, el primer torneo de importancia para el futbol mexicano.
Como era costumbre, el futbol mexicano estaba sumido en medio de pleitos internos y descalificaciones mutuas. Sin embargo, el ambiente se tornó positivo ante la decisión histórica de participar en el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Amsterdam, en 1928.
Ante la escasez de recursos, un diario de la capital promovió una colecta popular para completar los fondos requeridos para esa primera gran aventura trasatlántica del futbol mexicano. Como apoyo adicional, los dos clubes hispanos en forma altruista facilitaron sus estadios para que la Federación Central organizara dos partidos de despedida el 22 y 29 de abril, en los cuales la Selección Mexicana goleó 4-1 al Asturias y perdió 2-1 ante el Club España.
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Mientras el representativo nacional realizaba su viaje se jugaron infinidad de partidos y copas que de amistoso tenían poco, entre ellos una Copa de la Liga, cuya final se jugó entre Asturias y España, el 3 de junio de 1928 en el Parque Asturias.
España ganó 3-1 pero fueron tan graves las rudezas y malas maneras durante el encuentro, que alegando hostilidad por parte de la Federación Central decidieron ambos equipos ya no competir en el resto de la segunda vuelta del Campeonato 1927-28.
Al reanudarse el torneo, el Asturias decidió presentarse de nuevo a la competencia, no así el España decretando la Liga que perdiera todos sus partidos por default.
El América obtuvo su cuarto título en forma consecutiva --hazaña que solamente Reforma A. C. y España habían logrado anteriormente--con una cómoda ventaja de seis puntos sobre el subcampeón Asturias.